Siguiendo con las salidas del GR-10, el día 2 hicimos el trayecto de Olocau a Gátova. Después de hacer el reparto correspondiente de coches y del consabido almuerzo, salimos de Olocau por el PR-CV-8 (llamado de Emili Beüt), con buen tiempo. El monte estaba realmente bonito, muy verde gracias a las lluvias de este año que no cesan y a la primavera que lo ha dejado precioso. Empieza a estar rebosante de flores y a llenarse de colores. En nuestro camino pasamos por la Font del Frare, del siglo XVIII, y la Font del Sentig. En esta pudimos ver como se escondía una serpiente de agua en su balsa al oírnos llegar, y también vimos un «parotet» que acababa de salir de su crisálida y todavía no podía moverse, por lo que nos dio tiempo a hacerle una sesión de fotografías cual estrella de cine. Seguimos caminando y llegamos a la Masía del Tristán, actualmente abandonada, y comimos en las mesas que hay repartidas por sus bosques. Luego, y ya por el GR-10, y pensando que sería todo de bajada a Gátova, todavía nos tocó hacer alguna «pequeña» subida a través de esos preciosos aliagares a los que nos tiene acostumbrados La Calderona (con la lluvia estaban muy creciditos y escondidos entre el resto de matorrales). Al final conseguimos salir de la «jungla de pinchos» sin graves consecuencias para nuestra salud, al menos física, y desde lo alto pudimos ver el pueblo de Gátova esperándonos con sus bebidas refrescantes y los coches para dar por terminado este tramo del GR-10. A ver que nos depara el próximo.
Olocau-Gátova
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Aun recuerdo las bajadas subiendo pero reconozco que fue bonita,aunque Emili se queje de los arañazos
Tienes mucha razón porque a pesar de las aliagas disfrutamos de una excursión primaveral con muchos ingredientes, fuentes escondidas, barrancos frondosos y la vista estupenda sobre el valle de Gátova. El almuerzo y las cervecitas del final ponen el broche.